domingo, 18 de julio de 2010

Amanda Berenguer.





El 13 de julio del presente año falleció en Montevideo la gran Amanda Berenguer.

Amanda dedicó su vida a la poesía, sin incursionar nunca en ningún otro género, pues no tenía necesidad de ningún otro para decir lo que quería.
No por nada está considerada como una de las voces femeninas más fuertes de la poética uruguaya, al igual que lo hacen María Eugenia Vaz Ferreyra y Delmira Agustini. También se encuentra entre los escritores de la generación del 45, que como recordarán estaba integrada por los escritores Idea Vilariño, Mario Benedetti, Ida Vitale, Liber Falco, Juan Carlos Onetti, Emir Rodríguez Monegal, entre otros. Aún así se la vincula mucho con la generación del 60.

Se casó en 1944 con el también escritor, ensayista y docente José Pedro Díaz.

En 1996 recibió el premio "Reencuentro de Poesía", que organizó la Universidad de la República por "Los signos sobre la msa. Ante mis hermanos supliciados". Por "La dama de Elche" rcibió el primer premio de poesía del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, en 1987, y la segunda edición del mismo libro recibió el Premio Bartolomé Hidalgo, entregado por la Cámara Uruguaya del Libro en 1990.

Amanda Berenguer tenía 89 años y llevaba mucho tiempo enferma, al punto de no haber podido concurrir a los homenajes que se dieron para ella en la Casa de los Escritores, cuando se presentó su último libro "La cuidadora del fuego"; tampoco pudo estar presente el día en que la Junta Departamental le otorgó el título de ciudadana ilustre de Montevideo.

Dijo Roberto Echavarren en el "Obituario de Amanda" publicado por el Semanario Brecha el 16 de julio de 2010:



"Es muy difícil acomodar los sentimientos y hacer juicio sobre la obra de Amanda Berenguer, hoy día, cuando acaba de morir.
Son varias facetas que se desacomodan. Está la persona, la cálida, curiosa, joven persona, con un humor que conservó siempre y la capacidad de escuchar a otros poetas, colegas, no importa la edad. ¿Quién era la más joven, ella, nosotros?
Había un halo de juventud en su casa, en sus reuniones a tomar el té, a leer poemas, en su atención minuciosa hacía los detalles de lo que otros escribían. El entusiasmo. La curiosidad. A esa Amanda la recuerdo en verano, con un fondo luminiscente de vegetación. 
[...] La poesía de Amanda es una verdadera aventura del pensamiento."




El vidrio negro.


el cono de la lámpara me pone a foco
más cerca
más nítida
me veo y me ven

la imagen con fantasma ajustará sus círculos
y no sé si cubrirla ya con un paño de lágrimas

el recuadro de una silla enmarca la lluvia
sobre el vidrio negro
el árbol en lo oscuro
inclina del otro lado sobre mi hombro
su brillo cubierto de hilos
- la ventana es un ojo
un dragón de tinta-
esa torcaza colgada a mis espaldas
proyecta una espiral amarilla
y mostacillas de fósforo le queman las alas
- se repite-
el vidrio negro nos envuelve malignamente:
la ventana es una célula encapuchada
una mirada fotográfica
un revólver

el cono de la lámpara me pone a foco

está sentada vestida de rojo escribiendo
mira de vez en cuando la ventana
la lluvia sobre el vidrio negro
le apuntan:
es un blanco perfecto

Lo Otro.


Cuando temblando estoy por acabarme
bien, boca abajo, dándome de dientes,
entonces siento por la dura vía
la carroza propicia, su motor
palpitante y puntual, trayendo pruebas
del límite del mundo, con mis letras
borradas por las flores. Pero un árbol,
sólo uno en su sitio bastaría
para situar sin miedo la otra tierra.



Momento.

Por un instante
se han detenido las máquinas
me han abandonado las fuerzas
me he entregado a mi sombra
a la culpa cripta oscura
de ser Amanda escrita
fatigada entre
las letras asfixiantes


¿dónde se abren 
las pulsaciones los ritmos
las descargas elécticas?
la tormenta ronda el cielo
la tierra espera paciente
la sacudida
y yo aguanta
un golpe de tiempo.



Amanda Berenguer, Jaime Labastida y Sra, Fernando Alvarez Cozzi. De pie Miguel Angel Campodónico, en la presentación de la Revista Maldoror, número 25.



Obras:

  • A través de los tiempos que llevan a la gran calma, Montevideo, 1940. 
  • Canto hermético, Montevideo, Sagitario, 1941. 
  • Elegía por la muerte de Paul Valéry, Montevideo, La Galatea, 1945. 
  • El río, Montevideo, La Galatea, 1952. 
  • La invitación, Montevideo, La Galatea, 1957. 
  • Contracanto, Montevideo, La Galatea, 1961. 
  • Quehaceres e invenciones, Montevideo, Arca, 1963. 
  • Declaración conjunta, Montevideo, Arca, 1964. 
  • Materia prima, Montevideo, Arca, 1966. 
  • Dicciones (disco), Montevideo, Ayui, 1973. 
  • Composición de lugar, Montevideo, Arca, 1976. 
  • Poesía (1949-1979), Montevideo, Calicanto, 1980. 
  • Identidad de ciertas frutas, Montevideo, Arca, 1983. 
  • La dama de Elche, Madrid, Edhasa. Banco Exterior de España, 1987. 
  • Los Signos sobre la mesa, Montevideo, Universidad de la República, 1987. 
  • La botella verde (Analysis situs), Montevideo, Cal y Canto, 1995. 
  • El pescador de caña, Caracas, Fondo Editorial Pequeña Venecia, 1995. 
  • La estranguladora (incluye casete), Montevideo, Cal y Canto, 1998. 
  • Poner la mesa del 3er. Milenio, 2002. 
  • Constelación del navío (reúne toda su poesía, publicada e inédita hasta el año 2002), 2002. 
  • Las mil y una preguntas y propicios contextos, Montevideo, Linardi y Risso, 2005. 
  • Casas donde viven criaturas del lenguaje y el diccionario, Montevideo, Editorial Artefacto, 2005. 
  • El monstruo incesante. Expedición de caza, Montevideo, Arca, 1990. (Autobiografía)





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