jueves, 22 de noviembre de 2018

Trilogía marciana, de Kim Stanley Robinson




Títulos que componen la trilogía:

Marte Rojo (1992)
Marte Verde (1993)
Marte Azul (1996)

   Es el año 2027 y cien hombres y mujeres llegan al planeta Marte. Son las mentes más brillantes del mundo, científicos de todas las áreas. Su misión, para la que han sido preparados durante un año y elegido entre cientos de aspirantes, es convertir al gran planeta rojo en uno sustentable para la vida humana. Trabajarán codo a codo para desarrollar la más importante labor de sus vidas: convertir un planeta no apto para la vida en uno con iguales características a las de la Tierra; en otras palabras, terraformar. ¿Cuál es el motivo? La Tierra se encuentra sobrepoblada y el avance del cambio climático complica aún más la situación. Con Marte "terraformado" los humanos tienen una oportunidad para combatir los problemas demográficos y por lo tanto el trabajo es incesante. Pero... no todos están de acuerdo con modificar la atmósfera y el aspecto de Marte. Diferentes ideologías alzan su voz. Se forman dos importantes bandos: "los rojos", que apelan a mantener Marte tal cual es, con cambios apenas perceptibles, y que la humanidad se adapte aunque eso consista en vivir en carpas oxigenadas toda la vida y salir al exterior en traje y casco (movimiento que lidera Ann Clayborne); y aquellos que están deseosos por poner en práctica experimentos que permitan terraformar cuanto antes, algo que puede ocurrir, quizás, durante cientos de años. En este último bando destaca Sax Russell, quien idea los principales artilugios y pone en marcha el más grande experimento de la humanidad.
   Sin embargo, no son estos los únicos modos de pensar que surgen entre "los primeros cien". La política tiene un gran peso en este primer libro, durante los primeros años, y cobrará más fuerza aún en los siguientes, cuando nuevos habitantes del planeta expongan sus pensamientos y defiendan incluso con sus vidas aquello en lo que creen.
   Destaca, por ejemplo, la "aerofanía" que propone Hiroko Ai, un movimiento espiritual que además sentará las bases para derrotar el patriarcado y dar a la mujer el poder suficiente para igualar e incluso superar al hombre en muchas áreas. Hiroko se convierte en una leyenda viva a la que siguen varios de los primeros cien y que descubrirá en ese mundo inhóspito una forma de vida pacífica, conectada con la naturaleza y el espíritu. El personaje de Hiroko cobra mucha trascendencia y su forma de ver las cosas sienta las bases para la filosofía de los primeros marcianos, los "nissei", es decir, la primera generación de niños nacidos en Marte (que además son criados juntos, no necesariamente saben quién es su padre pero sí su madre, aunque no todos han nacido de sus vientres sino que han sido gestados artificialmente; se les conoce como "ectógenos").
   Pero pese a los debates y las constantes escaramuzas, los años siguen su curso... algo que el lector no necesariamente percibe, quizás porque se encuentra sumergido en muchas y largas explicaciones sobre los experimentos y las máquinas que se desarrollan. Entre ellos destacan algunos que tendrán mucho peso en las tramas de los próximos libros: se crea un ascensor espacial que permite conectar un asteroide de Marte con la superficie terrestre y genera un nuevo interés en el planeta, pues de repente es posible la exportación de materiales de Marte a la Tierra, algunos ya imposibles de encontrar en nuestro planeta, así que de repente muchos países buscan hacerse con el control del ascensor para enriquecerse. El ascensor también permite que los humanos viajen en masa a Marte, en un viaje que dura varios meses, el suficiente para permitir la adaptación de una gravedad a la otra. Los humanos llegan de todas partes del globo terráqueo a Marte y no todos los que están allí para recibirlos consideran una buena idea permitir ese flujo constante de nuevos habitantes.
   Como la situación no era lo suficientemente crítica, un grupo de científicos en Marte crea el "tratamiento gerentológico", que mediante una reestructuración del ADN no sólo cura la mayoría de las enfermedades sino que además retrasa la vejez. Así que ahora tenemos un planeta sobrepoblado, un mundo en ciernes y humanos "inmortales" (la muerte no se erradica, por supuesto, algunas enfermedades no pueden ser vencidas por el tratamiento y los accidentes ocurren). El estado es crítico, sobre todo en la Tierra donde el tratamiento tiene un valor, por supuesto, y sólo los más favorecidos pueden acceder a él. La violencia crece, y también ocurre en Marte, que se apronta para sufrir su primera revolución y la caída de sus principales personajes.

   Has llegado hasta aquí, ¿qué te ha parecido lo que te he contado? Interesante, ¿verdad? Pues es lo que ocurre, básicamente, en el primer libro. Un primer libro que es como un gran experimento también, porque no sólo el autor nos está diciendo "es posible habitar el planeta rojo" sino que también quiere que lo vivamos a través de sus personajes. Y para ello elige a ocho de "los primeros cien" para narrar la historia desde la posición de cada uno de ellos. Todos hombres y mujeres con personalidades muy fuertes y diferentes, que chocan entre sí, que se aman y que se odian y que están destinados a hacer historia. Te encuentras con John Boone y Frank Chalmers hablándote de política, de resentimientos, desde sus formas de verlo todo negativas o positivas. Está Nadia, una joven rusa que siempre está trabajando en algo nuevo y a través de ella podemos conocer varios de los proyectos que se llevan a cabo y cuáles pueden ser los resultados que den a futuro. Maya, también rusa, es la que involucra más su lado emocional porque se encuentra fuertemente atraída por Boone y Chalmers pero también es muy firme en su forma de pensar. Todos ellos aportan una perspectiva diferente, involucran también a otros personajes que quizás no tengan un gran peso en la historia pero que debemos conocer porque más tarde eso puede cambiar.
   Pero este primer libro es arduo. Quizás sepan que los libros de Kim Stanley Robinson, y sobre todo esta trilogía marciana, se encuentran dentro de un subgénero de la ciencia ficción denominado hard science fiction, lo que quiere decir que se le da mucha relevancia a los aspectos científicos y técnicos de la historia. Todas las áreas científicas tienen cabida en esta historia, y de todas tenemos vislumbres en mayor o menor medida. Así que entre eso, contar una historia y tener unos cuantos personajes principales, la historia es muy vasta. Y algunas cosas pueden quedar algo de lado. En mi opinión, lo que hace más "difícil" relacionarse con la historia en este primer libro es que no llegas a conocer bien a los personajes. No hay un acercamiento humano a ellos, conocemos sus mentes científicas pero los vislumbres de sus personalidades y sus emociones son muy breves. Cuesta mucho empatizar con ellos al principio, elegir un bando, incluso interesarte por lo que pueda ocurrirles. 
   Sabes que estás frente a personajes que serán muy trascendentales para el resto de la trama pero no llegas a conocerlos bien.
   Y, ¿sabes? No lo harás hasta el tercer libro. Por supuesto, para entonces ya habrás conocido más de cada uno porque se va produciendo ese dichoso acercamiento. Ya no es todo "trabajo trabajo trabajo"; ahora descubren, o re descubren, sus capacidades para sentirse felices, solos, cansados, amados, y atemorizados... Así es Marte Verde, un libro donde los cambios comienzan a notarse y a afectar las vidas de todos. Llegan a la historia nuevos personajes, otros ya han desaparecido. Son pocos los que se mantienen en primer plano. La vida y las posibilidades surgen en cada rincón del planeta... y no olvidemos que la Tierra sigue ahí, su situación empeorando día a día.

   Kim Stanley Robinson se documentó y trabajó junto a la NASA durante veinte años antes de comenzar a escribir estos libros. Y, más allá de lo ingeniosos que son, de las propuestas de toda índole que ofrece, es muy interesante (y aterrador) encontrar en la trama efectos que vive la Tierra a causa del cambio climático. El nivel del mar ha crecido y muchas ciudades y países completos han quedado bajo agua, inhabitables. Las personas deben hacinarse en las tierras altas. El consumismo ya no es tan importante como el hecho de tener qué comer y agua potable. La vida ha cambiado drásticamente y en el proceso se ha perdido mucho. Y es genial como el autor nos muestra esto a través de Art, un terrícola que se ve obligado a darle un giro a su vida y pronto se encuentra viajando a Marte como portador de una propuesta que una de las más importante "trans" (transnacionales) quiere dar a conocer a los rebeldes. Y Art es un personaje muy bien creado, con él empatizas desde el principio, no hay distancias, quizás porque "está aquí" y puedes verte reflejado en él. Pero además, más adelante una delegación marciana viaja a la Tierra y a través de un nativo de Marte puedes ver nuestro planeta, o lo que va quedando de él, y también es estremecedor ese relato que Nirgal hace para nosotros.

   Mientras tanto, Marte sigue cambiando. Y con él cambian sus habitantes, que son cada vez más, cambian las ideologías y se diversifican las opciones de vida. Ahora no sólo Marte es el único planeta que los humanos han salido a conquistar: Urano, Venus y Júpiter comienzan a recibir a los primeros humanos que estudian su atmósfera para encontrar el modo adecuado de terraformar. De nuevo es muy interesante toda la información que el autor brinda sobre estos planetas y las formas de vida que se desarrollan en ellos.
   Pero mientras la vida llega y progresa en otros sistemas, también la muerte vuelve a reconquistar terreno y los que van quedando de "los primeros cien" deben embarcarse en un nuevo experimento.
   Marte azul es el escenario de una nueva y gran revolución que se viene gestando desde hace rato. Y de una guerra en ciernes. También afloran muchas emociones y vivencias de las memorias de "los primeros cien", y a través de ellos terminamos de conocerlos y de conocer a quienes ya no están. 
   Los cambios ocasionados por la terraformación, en Marte, son abrumadores. Y, aunque este tercer libro no es tan ameno y atrapante como el segundo, su final no te decepciona. 

   Considero esta trilogía una de las más interesantes y vastas, muy bien pensadas, dentro del género. El autor no dejó nada al azar, se preocupó por muchos detalles de la historia, sus personajes debaten constantemente temas de gran interés, como las formas de gobierno cuando están creando la constitución marciana, y, aunque pueda ser complicado de visualizar a veces, para alguien como yo que desconoce el tema, es muy interesante leer sobre el desarrollo de proyectos de la terraformación y preguntarse si realmente sería posible lograr algo así. 

   Si te interesa el género te gustarán estos libros. Son tres, sí, pero existe un cuarto libro considerado "complemento" de la trilogía y que se publicó en 1999, se llama Los marcianos. Lamentablemente, no lo tengo aún, pero sería interesante leerlo y saber "qué pasó después..."


Sobre el autor




Kim Stanley Robinson (Waukegan, Illinois, 23 de marzo de 1952) es un escritor estadounidense que ha cultivado fundamentalmente el género de la ciencia ficción. Ha publicado diecinueve novelas y numerosos cuentos cortos. Muchas de sus historias tratan de temas ecológicos, culturales y políticos, usando, generalmente, científicos como héroes. Robison ha ganado varios premios, incluyendo el premio Hugo a la mejor novela, el premio Nébula a la mejor novela y el Premio Mundial de Fantasía. Titulado en las universidades de California, Boston y San Diego, escribe su tesis doctoral acerca de las novelas de Philip K. Dick. Tras vivir en California, Washington D.C. y en Suiza durante los años 1980, actualmente está asentado en California.


Obra

Su obra ha sido catalogada por los críticos como "ciencia ficción literaria" y a menudo sus libros tratan acerca de la ecología y sociología. Su obra cumbre es, sin duda, la Trilogía marciana, un ejemplo de ciencia ficción dura. Sus obras son:

  • La playa salvaje (The Wild Shore, 1982)
  • Icehenge (1984)
  • La costa dorada (The Gold Coast, 1988)
  • Trilogía marciana
  1. Marte rojo (Red Mars, 1992)
  2. Marte verde (Green Mars, 1993)
  3. Marte azul (Blue Mars, 1996)
  4. Los marcianos (The Martians, 1999), complemento a la trilogía
  • Antártida (Antarctica, 1997)
  • Tiempos de arroz y sal (The Years of Rice and Salt, 2002)
  • Trilogía de la ciencia en la capital
  1. Señales de Lluvia (Forty Signs of Rain, 2004)
  2. Fifty Degrees Below (2005)
  3. Sixty Days and Counting (2007)
  • El sueño de Galileo (2009)
  • 2312 (2012)
  • Chamán (2013)
  • Aurora (2015)
  • Nueva York 2140 (2017)


Premios
  • 1984: Premio SF Chronicle de relato largo por Black Air
  • 1987: Premio Nébula a la mejor novela corta por The Blind Geometer
  • 1991: Premio John W. Campbell Memorial por Pacific Edge
  • 1991: Premio Locus a la mejor novela corta por A Short, Sharp Shock
  • 1992: Premio SF Chronicle de relato por Vinland the Dream
  • 1993: Premio Nébula a la mejor novela por Marte rojo
  • 1994: Premio Británico de Ciencia Ficción de novela por Marte rojo
  • 1994: Premio Hugo a la mejor novela por Marte verde
  • 1994: Premio Locus a la mejor novela de ciencia ficción por Marte verde
  • 1997: Premio Ignotus a la mejor novela extranjera por Marte rojo
  • 1997: Premio Locus a la mejor novela de ciencia ficción por Marte azul
  • 1997: Premio Hugo a la mejor novela por Marte azul
  • 1998: Premio Ignotus a la mejor novela extranjera por Marte verde
  • 1998: Premio Gigamesh de novela por Marte verde
  • 1999: Premio Seiun por Marte rojo
  • 1999: Encuesta Locus sobre mejor novela corta de todos los tiempo: Green Mars (1985) - Puesto 23º
  • 2003: Premio Locus a la mejor novela de ciencia ficción por Tiempos de arroz y sal
  • 2012: Premio Nébula a la mejor novela por 2312

Fuente:

0 leyeron conmigo: