Mis escritores favoritos (4)

No habrán pensado que me había olvidado de alguien en mis otras entradas... Porque si es lo que creían, aquí les presento a mis escritores favoritos de ciencia ficción, fantasía y terror.
Tuve que pensarlo mucho, porque cada vez que me parecía que estaba dejando atrás a alguno me daba cuenta que, o no había leído suficiente de ese autor para considerarlo favorito, o no estaba segura de considerar sus libros como "imprescindibles", más allá de que me hubieran gustado y que aún  los recordara con cariño.
Bueno, sin más, aquí están mis chicos:

John Ronald Reuel Tolkien: también conocido como "el Maestro Tolkien", es un autor que enriqueció mi mundo con su mundo. Desde la primer frase de "El Silmarillion" me mudé a Tierra Media y difícilmente he salido de allí para conocer otros mundos.

Excelente poeta, narrador como pocos, Tolkien nos regaló historias increíbles. Imposible olvidarlo.

Stephen King: o "tío Steve", como se llama a sí mismo, es otro de mis escritores consentidos. 

El primer libro que leí del señor fue "Carrie" y desde entonces lo sigo con fidelidad, no sólo a sus libros sino a las adaptaciones llevadas al cine y a la televisión, además de series televisivas. Lamentablemente, de sus comics, los únicos que he podido conseguir son los de la "Torre Oscura", una serie increíble que le llevó años concluír, y que nos tiene con el corazón en la boca por no querer confirmar si habrá o no continuación (que no haya, que no haya, que no haya).

Lo que más me gusta de sus libros, son sus personajes. Son muy "reales", se parecen a tí, a mí, al vecino... Y cuando los juntas puede pasar de todo.

Clive Barker: comencé a leer a éste escritor después de leer un comentario que lo proclamaba "El nuevo Stephen King" y me dije... "No".

Y la verdad es que compararlos no tiene sentido, y creo que son precisamente las diferencias que existen entre estos dos excelentes autores los que hicieron que me gustara de inmediato.

Quizás no le guste a todo el mundo porque es un autor que detalla la decadencia, la maldad y la locura sin ahorrarse las palabras. Finales felices o historias donde todo vaya bien, no son lo suyo, y por eso me encanta.

J.K. Rowling: Tolkien marca generaciones hasta el día de hoy, y creo que Rowling seguirá marcando dentro de cincuenta años.

Una escritora que surgió de la nada directo al éxito, dejando en nuestro corazones muchas aventuras y personajes. Logró crear un mundo increíble del cual me enamoré y que jamás podré olvidar. No importa si no escribe nada más; mejor, que no lo haga. Bastante considero que nos ha dado con su saga del niño que vivió, Harry Potter, y los libros anexos.

H. G. Wells: por la época en la que vivió y escribió, considero a Wells un escritor inspirador. Incluso para los tiempos en que vivimos, siempre corriendo de un lado a otro, sentarse a leer uno de sus libros que cuentan algo asombroso con toda parsimonia, es un gusto.

Christopher Moore: me parto de risa con los libros de Moore. Suele hacer parodias de historias conocidas, como "La noche de los muertos vivientes" o la saga "Twilight", pero además se va riendo de sus propios personajes, haciéndolos más creíbles y entretenidos. De sus libros traducidos, tengo pendiente "Cordero" y uno que se publicó hace muchos años y no se consigue, de momento.

Richard Matheson: gran autor de ficción, cuentista y novelista, es además guionista de muchas películas.
Lo conocí mediante sus cuentos, uno en especial es mi favorito, "Nacido de hombre y mujer". Luego, a medida que se han ido reeditando, he podido leer sus novelas "Soy leyenda" y "El hombre menguante". Su narración es directa, fácil de seguir, y sus historias son realmente sorprendentes.


Bien, aunque menos que en las otras categorías, estos son mis autores favoritos de fantasía, ficción y terror.
Supongo (y espero) que con el tiempo la lista crecerá mucho más, aunque me he encontrado con muchos autores que son imitaciones mediocres de los antes mencionados, en vez de intentar ser un poquito más originales, y los autores que no aportan nada a la literatura proliferan.
Pero no pierdo las esperanzas, después de todo, aún me quedan muchos clásicos que leer un poco más y otros tantos que conocer.