Título original: The Waar of the Worlds.
Año: 1898, aunque mi edición es de 2005.
Editorial: Varias, la de mi ejemplar es Booket.
Traducción: Ramiro de Maetzu.
Han llegado del espacio exterior. De Marte, para ser exactos.
Equipados con terribles máquinas, los invasores aterrizan en nuestro planeta y empiezan a sembrar el terror y la destrucción. Su único objetivo es conquistar la Tierra y convertir a los humanos en sus esclavos, y parece que nada ni nadie podrá detenerlos.
Éste es el inicio de una de las guerras más importantes de la historia de la humanidad cuyas repercusiones harán que la Tierra nunca más vuelva a ser la misma.
Hace pocos días les traía la reseña de éste clásico libro de la ciencia ficción. Hoy estaré comentándoles qué impresiones me dejaron los cuatro días de lectura.
En primer lugar, les comento que la ciencia ficción es uno de mis géneros favoritos. Tenía muchas ganas de leer éste libro porque me gusta mucho la película de Spielberg, aunque sé que los admiradores de Wells no estarían nada de acuerdo conmigo.
Sigo amando la película, y, por primera vez, me alegró que no tenga mucho que ver con el libro.
Lo más facinante de estar ante un libro del género, es que fue escrito poco antes del comienzo del siglo XX.
Tanto el lenguaje como el tono narrativo pertenecen a los libros de la época. Incluso los personajes lo hacen, ya que por más desolación y catástrofes que vivimos junto a ellos, para mí seguían siendo caballeros y damas ingleses en un día "complicado".
La idea sigue siendo original más de cien años después de su publicación, y es realmente atrapante. Wells logra mantenernos cautivos de sus palabras, tanto cuando describe a los marcianos como cuando nos muestra los paisajes vencidos bajo sus armas, o nos habla de teorías científicas.
Aún así hubo cosas que no terminaron de convencerme y aquí se las enumero, tengan en cuenta que si no han leído el libro pueden encontrar revelaciones sobre la conclusión del mismo:
- la aparición y correspondiente narración del hermano del protagonista. Entiendo que aparezca para mostrarnos algo que no está viendo quien lleva la voz cantante en la historia, pero desaparece al final del libro primero y ya nunca más sabemos cuál fue su suerte.
- la pasividad de los protagonistas. De acuerdo, esto es una influencia de la película, pero de verdad me hubiera gustado que el protagonista fuera más que nuestros ojos y conciencia en una guerra tan importante.
- el final. Me defraudó. Esperaba un poco más de acción, un enfrentamiento final, y aunque la idea fue completamente acertada me molestó un poco que el protagonista llegara a descubrir que todo había terminado así... de modo tan lógico.
En cuanto a la edición, en ese capítulo donde aparece el hermano por última vez, cambia de repente el enfoque de la narración: toda la historia está en primera persona y hasta el momento cada vez que aparecía el hermano pasaba a tercera; en mitad de este capítulo se pasa de la tercer persona a la primera, y nuevamente a la tercera hacia el final. Admito que si no hubiera estado sumergida en la lectura me hubiera mareado bastante, y es por eso que hago esta mención.
Errores de éste tipo se repiten continuamente a lo largo de la novela. También se da el caso de que sobren letras o falten, o que se repitan palabras dentro de la misma frase...
Es cierto que el lenguaje "antiguo" se respeta mucho, pero también hay frases algo mal armadas que requieren que el lector se detenga, relea, y retome la lectura con más precausiones.
Todo esto lo menciono pese a saber que la mía es una edición económica, y aunque hace unos años hubieron unas ediciones diferentes, esta lectora nunca las ha tenido en sus manos.
En fin, y para cerrar, "La guerra de los mundos" es un libro impresionante, con unas descripciones tan buenas que te sumerge de lleno en su historia, pero, para mi gusto, le faltó algo más para ser perfecto.
Como quizás sepan, en 1938 Orson Wells adaptó la historia para transmitirla por radio. La presentaba como una "noticia de carácter urgente" y describía el primer encuentro con los marcianos. Incluso cambió el lugar de la caída de la primer nave por Nueva Jersey.
El público norteamericano fue presa del pánico, creyendo que en realidad se encontraban ante una invasión extraterrestre, y O. Wells no tuvo más remedio que pedir disculpas públicamente.
También fue llevada al cine en dos ocasiones.
En 1953 fue dirigida por Byron Haskin. En esta versión los protagonistas son un científico y una guapa jovencita y los extraterrestres utilizan vehículos voladores con forma de manta raya para destruirlo todo a su paso; los eventos tienen lugar en los alrededores de Los Ángeles, California. En ningún momento aparecen los trípodes, la maleza roja, el Thunderchild, los ingenios manuales ni el personaje del artillero. Además, en una escena, se intenta destruir a la raza invasora utilizando la bomba atómica, idea que no tiene éxito.
La versión de Spielberg es la de 2005 y tiene como protagonista a Tom Cruise. Tampoco transcurre en Inglaterra sino en Estados Unidos, como homenaje al programa de radio de Wells. Los personajes del cura y el artillero son unidos en un solo personaje interpretado por Tim Robbins que representa al "veterano loco". Aparece la famosa "maleza roja" de la novela, aunque no como un método de colonización sino como un sistema de los alienígenas para guardar su alimento, la sangre humana; en esta versión se retoma la imagen clásica de las máquinas trípode desintegrando a los humanos con el rayo abrasador, sin embargo aquí se sugiere que las máquinas fueron enterradas en la Tierra millones de años atrás y que los extraterrestres que habían planeado esto durante siglos.
Hay dos versiones menos conocidas, también del 2005. Una de ellas es bastante fiel a la novela aunque vuelve a transcurrir en Estados Unidos en la actualidad y sustituye los trípodes por robots con forma de cangrejo de bajo presupuesto. Y la otra se llama "HG Wells' The War of the Worlds. We can't stop them" y aunque reproduce de forma exacta lo que se narra en la novela, no es muy apreciada entre los aficionados al género debido a sus efectos especiales y mala actuación.
Sobre el autor:
Es considerado junto a Julio Verne uno de los precursores de la ciencia ficción.
En 1874 el joven Herbert George Wells vivió un hecho que tendría notables repercusiones en su futuro: Sufrió un accidente que lo dejó en cama con una pierna quebrada. Para matar el tiempo, empezó a leer libros de la biblioteca local que le traía su padre. Se aficionó a la lectura y comenzó a desear escribir. Ese mismo año entró en una academia comercial llamada Thomas Morley's Commercial Academy, en la que continuó hasta 1880.
En 1877 su padre sufrió un accidente que le impidió ganarse la vida como lo hacía hasta entonces. Ello condujo a que Herbert y sus hermanos comenzaran a emplearse en diversos oficios. Fue así como entre 1881 y 1883 llegó a ser aprendiz de una tienda de textiles llamada Southsea Drapery Emporium: Hyde's, experiencia que se ve reflejada en sus novelas The Wheels of Chance (1896) y Kipps: The Story of a Simple Soul (1905) cuyo protagonista es aprendiz textil.
En 1883 se enroló en la escuela de gramática Midhurst de Sussex Occidental como alumno y tutor, donde continuó su avidez por la lectura.
En 1884 obtuvo una beca para estudiar Biología en el Royal College of Science de Londres, donde tuvo como profesor a Thomas Henry Huxley. Estudió allí hasta 1887. Wells mismo recordando esa época habla de haber sufrido hambre constantemente.
En este período también ingresa a un club de debate de la escuela llamado Debating Society, donde expresa su interés en una transformación de la sociedad. Formó parte de los fundadores de The Science School Journal, una revista en la que dio a conocer sus postulados en literatura y en temas sociales. Fue en ella que vio la luz por primera vez su novela La máquina del tiempo, pero con el título original: The Chronic Argonauts (Los Argonautas Crónicos).
Al fallar en el examen de geología en 1887, perdió la beca. Por eso no fue sino hasta 1890 que recibió el título de grado en zoología del Programa Externo de la Universidad de Londres.
Sin la beca, es decir sin ingresos, se fue a vivir a casa de una pariente llamada Mary, prima de su padre, donde se interesó en la hija de ésta, Isabel. Entre 1889 y 1890 fue profesor de la Henley House School.
Fue uno de los fundadores de la Royal College of Science Association, siendo su primer presidente en 1909.
En 1884 obtuvo una beca para estudiar Biología en el Royal College of Science de Londres, donde tuvo como profesor a Thomas Henry Huxley. Estudió allí hasta 1887. Wells mismo recordando esa época habla de haber sufrido hambre constantemente.
En este período también ingresa a un club de debate de la escuela llamado Debating Society, donde expresa su interés en una transformación de la sociedad. Formó parte de los fundadores de The Science School Journal, una revista en la que dio a conocer sus postulados en literatura y en temas sociales. Fue en ella que vio la luz por primera vez su novela La máquina del tiempo, pero con el título original: The Chronic Argonauts (Los Argonautas Crónicos).
Al fallar en el examen de geología en 1887, perdió la beca. Por eso no fue sino hasta 1890 que recibió el título de grado en zoología del Programa Externo de la Universidad de Londres.
Sin la beca, es decir sin ingresos, se fue a vivir a casa de una pariente llamada Mary, prima de su padre, donde se interesó en la hija de ésta, Isabel. Entre 1889 y 1890 fue profesor de la Henley House School.
Fue uno de los fundadores de la Royal College of Science Association, siendo su primer presidente en 1909.
Su relación con Rebecca West, que duró diez años, dio por fruto un hijo, Anthony West, nacido en 1914.
Al contraer tuberculosis abandonó todo para dedicarse a escribir, llegando a completar más de cien obras. Se le considera uno de los precursores de la ciencia-ficción y sus primeras obras tuvieron ya por tema la fantasía científica, descripciones proféticas de los triunfos de la tecnología y comentarios sobre los horrores de las guerras del siglo XX: La máquina del tiempo (The Time Machine, 1895), su primera novela, de éxito inmediato, en la que se entrelazaban la ciencia, la aventura y la política; El hombre invisible (The Invisible Man, 1897); La guerra de los mundos (The War of the Worlds, 1898) y Los primeros hombres en la luna (The First Men in the Moon, 1901). Muchas de ellas dieron origen a varias películas.
A la vez se interesó por la realidad sociológica del momento, especialmente por la de las clases medias, defendiendo los derechos de los marginados y luchando contra la hipocresía imperante, que dibujó con cariño, compasión y sentido del humor en novelas como Love and Mr. Lewisham (1900), Kipps, the Story of a Simple Soul (1905) y Mr. Polly (1910), novela de extenso retrato de los personajes en la que, como en Kipps, describe con fina ironía el fracaso de las aspiraciones sociales de sus protagonistas.
La gran mayoría de sus restantes libros pueden clasificarse como novelas sociales. Entre ellas se encuentran Ana Verónica (Ann Veronica 1909), en la que defiende los derechos de las mujeres, Tono Bungay (1909), un ataque al capitalismo irresponsable, y Mr. Britling va hasta el fondo (1916), que describe la reacción del inglés medio ante la guerra.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), redactó la historia de la humanidad en tres partes, Outline of History (1920), en la que colaboró Julian Huxley.
A lo largo de toda su vida Wells se preocupó, y dejó amplia constancia de ello, de la supervivencia de la sociedad contemporánea. Durante un breve período fue miembro de la Sociedad Fabiana. Aunque creyó firmemente en la utopía según la cual las vastas y terroríficas fuerzas materiales puestas a disposición del ser humano podían ser controladas por la razón y utilizadas para el progreso y la igualdad entre los habitantes del mundo, poco a poco fue volviéndose más pesimista y cesó su pertenencia a dicha sociedad. Así dedicó su obra 42 to 44(1944) a la crítica de muchos de los líderes mundiales del tiempo. Por otro lado, en El destino del homo sapiens (1945) expresaba las dudas acerca de la posibilidad de supervivencia de la raza humana. Escribió asimismo Experimento en autobiografía (1934) antes de su muerte acaecida el 13 de agosto de 1946, en Londres.
Premios:
Al contraer tuberculosis abandonó todo para dedicarse a escribir, llegando a completar más de cien obras. Se le considera uno de los precursores de la ciencia-ficción y sus primeras obras tuvieron ya por tema la fantasía científica, descripciones proféticas de los triunfos de la tecnología y comentarios sobre los horrores de las guerras del siglo XX: La máquina del tiempo (The Time Machine, 1895), su primera novela, de éxito inmediato, en la que se entrelazaban la ciencia, la aventura y la política; El hombre invisible (The Invisible Man, 1897); La guerra de los mundos (The War of the Worlds, 1898) y Los primeros hombres en la luna (The First Men in the Moon, 1901). Muchas de ellas dieron origen a varias películas.
A la vez se interesó por la realidad sociológica del momento, especialmente por la de las clases medias, defendiendo los derechos de los marginados y luchando contra la hipocresía imperante, que dibujó con cariño, compasión y sentido del humor en novelas como Love and Mr. Lewisham (1900), Kipps, the Story of a Simple Soul (1905) y Mr. Polly (1910), novela de extenso retrato de los personajes en la que, como en Kipps, describe con fina ironía el fracaso de las aspiraciones sociales de sus protagonistas.
La gran mayoría de sus restantes libros pueden clasificarse como novelas sociales. Entre ellas se encuentran Ana Verónica (Ann Veronica 1909), en la que defiende los derechos de las mujeres, Tono Bungay (1909), un ataque al capitalismo irresponsable, y Mr. Britling va hasta el fondo (1916), que describe la reacción del inglés medio ante la guerra.
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), redactó la historia de la humanidad en tres partes, Outline of History (1920), en la que colaboró Julian Huxley.
A lo largo de toda su vida Wells se preocupó, y dejó amplia constancia de ello, de la supervivencia de la sociedad contemporánea. Durante un breve período fue miembro de la Sociedad Fabiana. Aunque creyó firmemente en la utopía según la cual las vastas y terroríficas fuerzas materiales puestas a disposición del ser humano podían ser controladas por la razón y utilizadas para el progreso y la igualdad entre los habitantes del mundo, poco a poco fue volviéndose más pesimista y cesó su pertenencia a dicha sociedad. Así dedicó su obra 42 to 44(1944) a la crítica de muchos de los líderes mundiales del tiempo. Por otro lado, en El destino del homo sapiens (1945) expresaba las dudas acerca de la posibilidad de supervivencia de la raza humana. Escribió asimismo Experimento en autobiografía (1934) antes de su muerte acaecida el 13 de agosto de 1946, en Londres.
- 1997: Incluido en el Salón de la Fama de la ciencia ficción
- 1998: Encuesta Locus, 17ª mejor novela anterior a 1990 por La máquina del tiempo
- 1998: Encuesta Locus, 28ª mejor novela anterior a 1990 por La guerra de los mundos
- 1999: Encuesta Locus, 2ª mejor novela corta de todos los tiempos por La máquina del tiempo
Fuentes:
2 leyeron conmigo:
Muy buena la reseña Maga, muy completa. Solo te ha faltado mencionar el musical de Jeff Wayne, que incluía la increíble voz de Richard Burton en el papel narrador del protagonista. Una adaptación musical que respetaba fielmente el libro original.
Aunque no sea algo muy importante, también salió al mercado algún videojuego basado en el libro.
Gracias, Marcos.
Sabes que del musical sólo conozco el vídeo que subiste el otro día a tu blog, y no quise mencionarlo porque no sabía más sobre él que lo que mencionaba Wikipedia.
Lo de los videojuegos me lo imagino, aunque no conozco ninguno (quedé atascada en el Súper Mario de Family Game, jeje).
Seguro que cuando conozca un poco más de ambos, editaré el post y lo mencionaré.
Gracias por comentar :-)
Saludos!
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